En estos días taaaan ocupados y productivos que estoy disfrutando en la ciudad de las diagonales he leído muchas listas relacionadas con el fin de año: "Las 12 tradiciones para recibir un buen año"; "Las 9 cosas que NO debes hacer para tener un año próspero"; "Los 1049,75 detalles que vas a seguir al pedo porque tu año igual será una cagada"; etc., etc.
También observé trillones de consejos para comenzar el 2016 sin ataduras, tabula rasa. Entre la multitud de tips, uno me llamó la atención: contactar a los ex para terminar este 2015 en paz. Primero, me pareció demasiado evolucionado para mi gusto. El "perdón" no es algo que me salga de manera natural, sino que solo puedo llegar a él cuando ya no me importa ni la persona ni el motivo del rencor. O sea, que lo alcanzo por decantación y no por ser mejor persona...
Luego, consideré que tal vez tenga algún mérito la idea. Puede ser aplicada a ex parejas, a familiares, a conocidos, a amistades que dejaron de serlo. Además de los beneficios para la salud mental, cuenta kármica, energía o lo que sea que uno crea, al ofrecer la rama de olivo a ese otro que nos perjudicó consciente o inconscientemente, nuestra imagen adquiere dos posibles dimensiones, a saber:
- como seres cuasi trascendidos y estando más allá del bien y del mal, tendemos la mano en son de paz. Somos re-buena gente;
- lo que sucedió fue tan nimio, al igual que quien lo provocó, que ya no nos importa, no nos afecta en lo más mínimo. Somos mega-superados.
Así que, fuera cual fuese la causa de la ruptura, el distanciamiento, o el cese de comunicación, les dedico estas líneas: sepan que me encantó conocerlos, atesoro los buenos momentos y me olvido de los malos, son excelentes personas y les deseo un año lleno de todo aquello que se merecen...
Aclaración:
Cabe la posibilidad de que discrepemos en qué se merecen... Besito, chau. Feliz año ;)